Personas usuarias

La mayor parte de las personas que participan en las actividades de rehabilitación, son personas con diagnóstico de trastorno mental grave y con seguimiento psiquiátrico en la Unidad de Salud Mental o a nivel privado.

Las actividades que realiza la asociación tienen como fin último una Rehabilitación Psicosocial e Integral, de manera que cada una de las personas, pueda llevar una vida lo más normalizada posible e integrada en la sociedad.

Para ello se ofrecen, talleres participativos como por ej. el de estimulación cognitiva, de cocina, de vela, natación,…para ejercitar sus habilidades individuales o bien dotarles de aquellas que no poseen como habilidades sociales, habilidades para la resolución de problemas, etc. Los talleres tienen una duración de una a dos horas, con una frecuencia semanal o quincenal a largo de los diferentes días de la semana. También se realizan de forma puntual otras actividades de ocio y tiempo libre como salidas y excursiones, y otros eventos que organiza la Asociación.

Las enfermedades más frecuentes de las personas que acuden a la asociación son: esquizofrenia paranoide, trastorno bipolar, trastorno esquizoafectivo, trastornos de la personalidad, aunque cada vez está llegando más gente con trastornos de ansiedad, depresión, fobias, trastornos alimenticios, que tratados en su fase inicial por medio de psicoterapia, orientación familiar, asesoramiento individual, etc. mejora el pronóstico y la evolución de la enfermedad.

Es muy importante aclarar que las personas que padecen una enfermedad mental y que llevan tratamiento farmacológico y de rehabilitación psicosocial, consiguen una estabilización clínica, que les permite llevar una vida normalizada, aunque con algunos apoyos.  Aún así, es cierto, que en algunos períodos puntuales pueden necesitar una mayor atención sanitaria e incluso una hospitalización.

Las personas con enfermedad mental no son agresivas, ni peligrosas, sino al contrario son más vulnerables a padecer agresiones y atropello de sus derechos individuales, porque se les considera poco capaces.

También aclarar que una persona con enfermedad mental tiene una discapacidad debido a esta enfermedad pero no tiene un retraso mental. Es decir, a priori tiene todas las capacidades intactas, aunque debido al curso de la enfermedad y/o a la medicación, puede parecer que tenga mayores dificultades.

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