El pasado 7 de abril, y desde el año 1948, se estableció el Día Mundial de la Salud, con el objetivo de conmemorar cada año algún tema de Salud, y dar visibilidad a la importancia de poder tener una Salud Pública de calidad y accesibilidad para todas las personas. Se eligió esta fecha ya que fue cuándo se creó la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este año se ha decidido que sea el Personal de Enfermería y Partería l@s que tuvieran el protagonismo de la fecha y creemos, que atravesando el momento tan duro, difícil y diferente en el que estamos, nada mejor que poder nombrarlos y aprovechar para agradecerles, una vez más, la gran y única labor que están realizando, sobre todo exponiendo sus vidas por la de otr@s. En este tiempo tuve la oportunidad de hablar con diferentes profesionales de la salud y ante mi sorpresa much@s me dijeron que no querían ser héroes, ni consideran estar haciendo algo muy diferente a lo que generalmente hacen. Esto me lleva a pensar que quizá la equivocación está en que somos los seres humanos los que terminamos dándole valor a temas, cosas, o situaciones que en realidad no lo tienen, o por lo menos no son tan importantes…y una vez más la vida, la naturaleza, o en lo que cada uno crea, nos devuelve en toda la cara una gran realidad, pero de la que si queremos y solo queremos, podremos realmente aprender. Ayer leía a un periodista que decía “no quiero volver a la normalidad, a los atascos, a la nube de contaminación, a las horas interminables de trabajo sin poder disfrutar de mi familia, a los gastos innecesarios y a que la vida se me vaya en materialidades ínfimas que al final me dejan un sentimiento de vacio…no, no quiero volver a la normalidad de antes”…siempre digo que creo en las personas, en el ser humano, quizá sea este un buen momento para replantearnos, para pensar sobre nuestra actitud, se que suena a cliché, sé que esto se está diciendo mucho en estas semanas de confinamiento…pero ¿y si de verdad pensamos en todo lo que podemos cambiar cuando esto pase?, porque pasara! Y si comenzamos desde ya con una sonrisa cada día, con un gracias a tod@s los que tengamos cerca, si realmente pensamos en lo maravillosa que puede llegar a ser la vida y que esto depende de nuestra actitud ante ella y no de lo que seamos capaces de comprar, guardar …. ¡Aprendamos de esta gran crisis, aprendamos del dolor, aprendamos a vivir de una manera diferente!
Luisina Daives. Psicóloga de Amadem