Tres Números para Combatir el Suicidio

El Ministerio de Sanidad presento el pasado lunes 9, la línea 024 de atención a la conducta suicida, este teléfono lo va a gestionar la Cruz Roja según el Real Decreto 211/2022 de 22 de marzo que concede una subvención directa de 2.049.750 euros a esta entidad para atender a personas con riesgo de suicidio asegurando su confidencialidad, accesibilidad e inmediatez en la respuesta. El teléfono 024 se pone en marcha tras repetidas peticiones e iniciativas de asociaciones, colectivos y partidos políticos para mejorar la estrategia de atención a la Salud Mental en España, entre otros motivos, por los efectos negativos de la pandemia. Una de las cifras que podemos arrojar es que 25.911 personas se han suicidado en nuestro país desde 2014 hasta 2022. Es la primera causa de muerte no natural en España. Una de las conclusiones que arrojan estos datos es que lo más jóvenes están siendo la población más vulnerable y afectada por esta lacra; imagínense que el 19% de jóvenes reconoce ideación suicida en el último año, pero el 19% de jóvenes no tiene algún trastorno mental. Por lo que el suicidio tiene más que ver con el contexto y determinantes sociales que con la propia enfermedad mental. Otro de los factores a tener muy en cuenta entre esta población es el uso/abuso de las redes e internet, ya que un 61% de jóvenes ha buscado información sobre cómo suicidarse. Si no metemos la tecnología en la prevención, nuestros planes quedarán huérfanos de eficacia. Hay que comenzar por desestigmatizar el suicidio desde las escuelas, desde primaria y acabar en l@s mayores que están sol@s. El suicidio no es hereditario, ni un pecado, ni un delito. Hay que hablar de él. El suicidio mata a 11 personas al día y lo intentan otras 200 personas. Por cada un@ que se suicida, hay seis personas directamente destrozadas. La onda expansiva de las demás, las que quedan impresionadas, tristes o atormentadas, es imposible de medir. Por fin tenemos una medida en marcha muy buena y que, si se realiza con eficacia y profesionalidad, será una gran ayuda para prevenir y evitar más muertes no naturales. Pero no será suficiente, debemos de continuar trabajando como profesionales de la salud, pero también cómo sociedad, y preguntarnos ¿Por qué se suicida tanta gente a mi alrededor? ¿Qué puedo hacer desde mi lugar para ayudar a alguien? Informarnos, educarnos en salud mental y en lo emocional, hablar de ello, comprometernos, estas son algunas de las recomendaciones.

Luisina Daives. Psicóloga de Amadem

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