Respeto, Libertad, Diferencia: hay que continuar trabajando…

Aunque el caso de Samuel no está esclarecido del todo aún, si se sabe a ciencia cierta que “te vas a morir, maricon de mierda,” fue uno de los insultos que escucho este joven de 24 años, antes de morir a causa de una brutal paliza, llevada a cabo entre más de 10 personas (por llamar de alguna manera a seres vivos capaces de llevar a cabo semejante atrocidad). Samuel era un joven que podría definirse desde diferentes aspectos: trabajador, hijo, amigo, auxiliar de enfermería, ¿y gay…? ¿Creen que esta sería una característica/elección/decisión/condición que define a alguien? ¿Las personas heterosexuales lo hacemos cuando hablamos de nosotr@s mism@s? España se sitúa como el undécimo país europeo con la legislación más progresista en favor de los derechos del colectivo LGBTI (lesbianas, gay, bisexual, transexual e intersexual). Sin embargo, Samuel nos dice que debemos de seguir trabajando por el RESPETO, LA TOLERANCIA, EL DIALOGO, LA ACEPTACION Y LA EMPATIA HACIA LA DIFERENCIA. Vivimos en una sociedad donde hay sitio y cabida para tod@s, donde es necesario y primordial que cuidemos de nuestra Salud Mental por medio de valores humanos básicos como: la educación y la libertad para poder tener lo que cada un@ quiera, mientras no dañemos a nadie, valorando el amor y afecto que nos rodea. Porque no se puede tener una sociedad que goce de buena salud mental, negando la condición de una persona y rechazando las diferencias, creyendo que merecen menos respeto que otras; algo que como hemos visto por desgracia, en muchas ocasiones, llega a extremos como la violencia y el arrebatarle la vida a alguien. Trabajemos por una sociedad que no juzgue, critique, estigmatice a todo aquello que se aleje de lo impuesto por una norma que a veces no tiene sentido, como puede ser la genitalidad de las personas a la hora de formar una familia, pasear por las calles, casarse o simplemente vivir libremente de la manera que quieran y que insisto, “las personas heterosexuales” tenemos o disfrutamos por el solo hecho de haber nacido así. ¿Por qué? ¿Dónde residiría el problema en vivir como siento, sin crearle perjuicio o daño a otra u otras personas? Para que podamos ser y estar san@s mentalmente es urgente que nos alejemos de todas estas cadenas, que dejemos la hipocresía y eduquemos niñ@s y jóvenes que respeten y normalicen las diferencias. En tiempos donde los nuevos modelos de familias invaden nuestra realidad, en tiempos donde las nuevas tecnologías, son el idioma que ahora hablamos, en tiempos donde han cambiado cosas que quizá antes eran impensables, ¿no creen que deberíamos esforzarnos aún más por aceptar la sexualidad, la religión, la clase social, la ideología, o cualquier otra diferencia entre las personas, sin que esto sea, un motivo de discriminación y/o violencia?

Luisina Daives. Psicóloga de Amadem

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