El Bullying puede matar… hablemos de esto

Lamentablemente hace unos días, un niño estadounidense de 12 años se quitó la vida después de haber sufrido acoso escolar, bullying, durante más de un año en su colegio de Utah. Los padres del pequeño Drayke Hardman decidieron hacer pública su historia, para concienciar sobre el bullying escolar. Digo escolar ya que puede aparecer en diferentes ámbitos en la vida de una persona. Pero, ¿Cómo un niño de 12 años amado por su familia, piensa que la vida es tan difícil que decide quitársela? ¿Hasta qué punto puede llegar el dolor, la desesperación de no ver otra solución más que la muerte, con solo 12 años? El acoso escolar o bullying es la exposición que sufre un niñ@ a daños físicos y psicológicos de forma intencionada y reiterada por parte de otr@, o de un grupo de ell@s, cuando está en el colegio. La persona que acosa aprovecha un desequilibrio de poder que existe entre esta y su víctima para conseguir un beneficio (material o no). Mientras que la persona acosada se siente indefensa y puede desarrollar una serie de trastornos psicológicos que afectan directamente a su salud o incluso, en situaciones extremas, conductas autodestructivas, como lamentablemente ocurrió con Drayke.
Las causas que originan el bullying dependen de cada caso concreto, aunque suelen tener unas características comunes: el acosador/a no tiene empatía y, por tanto, es incapaz de ponerse en el lugar del acosad@ y ser sensible a su sufrimiento. El origen de la violencia del acosador/a puede venir causado por problemas sociales o familiares, que pueden provocar que el niñ@ desarrolle una actitud agresiva y que en la adolescencia sea violent@. En muchas ocasiones, las personas que acosan puede que también hayan sido acosadas. Otros factores que pueden influir serán: una situación socioeconómica desfavorable en casa, poca organización en el hogar o tensiones entre los padres. También influyen factores relacionados con el colegio; el clima escolar es clave. Es muy importante el hecho de que haya una cultura que no solo prevenga el bullying, sino que promueva otros valores (solidaridad, generosidad, respeto, justicia, etc.) Ya está comprobado que se obtienen mejores resultados al fomentar lo positivo que al prevenir lo negativo. Para conseguir esta prevención se deben identificar los factores de riesgo que los generan y actuar sobre ellos. La comunicación fluida entre las familias y el profesorado del centro, será clave en este trabajo. La detección del bullying es muy complicada ya que es muy frecuente que l@s niñ@s lo oculten en el ambiente familiar y no pidan ayuda a nadie de su entorno; aquí los profesores o los padres deben tratar de reconocer una serie de indicadores y comportamientos que pueden llevar a la sospecha de un posible riesgo de maltrato. La imagen que pueden tener las víctimas de sí mismas, es muy negativa y llegan a creer que no son competentes desde una perspectiva académica, social y personal. Esto puede provocar que en algunos casos tengan reacciones tan agresivas hacia ell@s mism@s, que terminen en intentos de suicidio.

Luisina Daives. Psicóloga de Amadem

Carrito de compra
Scroll al inicio