Salud e Infancia: días cruciales para reflexionar.

A raíz de los días de la Salud, por un lado, y del Niñ@ por otro, creo muy conveniente y hasta me atrevería a decir que urgente reflexionar sobre la Salud Mental Infantil. Tema que, por un lado, afortunadamente escuchamos más, pero por otro, la realidad y cifras en torno a lo que ocurre, nos arrojan la necesidad imperiosa de recursos profesionales para intervenir. Pero también nos piden cambios, como personas adultas, responsables, educadoras, a la hora de tratar, poner límites y pautas, es decir, cambiar patrones en la educación que impartimos en la infancia. No nos olvidemos que todo comienza pronto, que desde que una persona nace, absorbe e internaliza modelos de cómo debe comportarse, reaccionar, gestionar y resolver las situaciones de su propia vida. El cerebro de un niñ@ se desarrolla durante todos los años hasta la adolescencia tardía, es decir, una persona de 17 o 18 años continúa desarrollando partes cerebrales cruciales a la hora de determinar sus impulsos, sus reacciones, sus emociones, cambios anímicos, etc. entonces todo lo que esta persona haga, a nivel de hábitos, como el uso de las pantallas, en donde el estimulo es tremendamente potente, por lo que demandan reacciones inmediatas por parte de las personas usuarias de estos dispositivos. Esto, mantenido en el tiempo irá desarrollando unos circuitos cerebrales poco o nada sanos. Que, a su vez, se pondrán en práctica a la hora de relacionarse con sus iguales, con la autoridad académica, con la de casa, etc. Entonces es urgente que regulemos el uso de las nuevas tecnologías, que nos enteremos qué es lo que consumen en las pantallas y que, con nuestro ejemplo, reafirmemos esta postura. El modelado, como técnica nos puede ayudar a que la persona, aunque tenga ya una edad y unos comportamientos adquiridos, pueda mediante la observación de conductas diferentes, cambiar las propias y hacer suyas las nuevas. Para esto tiene que ver, repetidas veces, comportamientos alternativos y mas saludables claro, a los que esta manteniendo. Pongamos en práctica, dentro de casa, valores claves como el respeto, la justicia, el dialogo, la solidaridad, la generosidad, el cariño y afecto, a la hora de relacionarnos, en el día a día, en la familia. No es importante que sean temas trascendentes, ni que la familia sea numerosa, entre dos personas, compartiendo una charla en la comida se puede ejercitar todo esto. ¡Vamos a ello!                                                    

     Luisina Daives. Psicóloga de Amadem

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