Vacaciones Adolescentes: un Tema para Repensar

Llegaron las vacaciones tan esperadas para nuestr@s adolescentes. Y con
ellas algunas complicaciones pueden aparecer, sobre todo para los adultos.
Por eso es importante que sigamos ciertas pautas y recomendaciones, ya que
los tiempos van cambiando y con él, los gustos, hábitos o prácticas de ocio. Si
pensamos en la mayoría de las personas adolescentes, sabemos que desean
levantarse tarde, pasarse horas con los dispositivos tecnológicos, ir con sus
amig@s o simplemente estar sin hacer nada gran parte del día. Ante esto les
invito a que la mejor herramienta sea siempre negociar: dialogando sobre
todos aquellos temas que generan conflicto: hora de levantarse, tiempo con el
teléfono, tablet o consola, ayuda en casa, horario de llegada por la noche, etc.
Planificar las propuestas, es decir, llegando a acuerdos que nos hagan
sentirnos cómodas a ambas partes, toda la familia debe comprometerse a
cumplir la rutina establecida. Indagar sobre los gustos de la persona
adolescente, saber sobre aquellos detalles que les gustaría poner en práctica
en verano, por ejemplo, o qué temas les interesa. Organizar el día a día, pero
de manera relajada, no podemos olvidarnos ¡que están de vacaciones! Si
desde el inicio, establecemos unas reglas y rutinas básicas evitaremos muchos
malentendidos y conflictos, sobre todo intentando que el dialogo este de por
medio. Para estas conversaciones positivas, algunas de las claves serán:
mantener una actitud positiva y constructiva, ante el/la adolescente; que las
rutinas básicas existan desde el inicio; participar de sus gustos y mostrar
interés por esto; escuchar sus opiniones y diseñar planes vacacionales en
común; pensar actividades que les gusten a toda la familia; organizar el tiempo
y llegar a desconexiones tecnológicas negociadas. Y aquí me gustaría hacer
una mención especial, ya que seguramente, sea donde más conflictos
tendremos. Las nuevas tecnologías se han convertido, casi en la única vía de
ocio, interacción, disfrute, y lenguaje para much@s de ell@s. Entonces no
podemos prohibirlas, ni posicionarnos de una manera laxa o sumisa ante esto,
tendremos que ser conscientes y sobre todo negociar. Desde el tiempo de uso,
las aplicaciones a las que tendrán acceso, o sus contraseñas, pueden ser
material de debate, pero intentando llegar a consensos. Recuerden que nuestro
objetivo es conseguir acuerdos, en donde ambas partes estén satisfechas. No
hace falta que pase exactamente lo que a las personas adultas les hubiese
gustado, mientras haya predisposición y actitud colaboradora, estará bien. Por
último, no nos olvidemos que nosotr@s también fuimos adolescentes. Al final
es una etapa evolutiva en la que tenemos que acompañar, educar y sobre todo
disfrutar juntos en familia.

Luisina Daives. Psicóloga de Amadem

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