Vacaciones, esta palabra tan necesaria para proteger y cuidar nuestra Salud Mental, y que, en vez de pensar en destinos o presupuesto al nombrarla, deberíamos de enlazarla con la desconexión, el descanso, cambio de horarios, de entornos, de personas, etc. Necesitamos parar y encontrarnos en otra situación. Nuestro cerebro lo necesita, para poder nutrirse de otros estímulos, para sentir placer y sobre todo disminuir estrés y ansiedad. No es necesario que se trate de viajes largos, de grandes gastos, ni siquiera es preciso salir de la propia casa, lo que sí es necesario y me atrevería a decir obligatorio, es que hagamos otras cosas. Por ejemplo: al no ir a trabajar puedo quedarme un ratito más en la cama, luego estar más tiempo desayunando, o darme un baño en el mar, que tan cerca y accesible lo tenemos. Podemos preparar mejor nuestras comidas, con tiempo y buena calidad, luego algún descanso, un libro o una serie. Podemos intentar ver personas que el resto del año se hace más difícil. En fin, ¡son numerosas las actividades que podemos poner en marcha en vacaciones! Un aspecto que me gustaría destacar es el sueño, el descanso, os animo a que observen cómo es y qué calidad de sueño tenemos, ya que será un gran protector de nuestra salud mental.
En Amadem, esta ha sido nuestra última semana de talleres, ahora toca este cambio tan necesario, y en el mes de agosto, nos quedarían unos encuentros que tenemos previstos hacer, pero siempre con el objetivo de disfrutar de otros ambientes y darle a lo que se avecina, un toque de ocio vacacional.
Por último, aprovechemos este giro en las responsabilidades y rutinas, para buscar esos ratitos de autocuidados, en donde respirar, meditar, dar paseos, cuidar mi piel, pelo o cuerpo, generar buenos pensamientos y mensajes bonitos hacia mi y hacia mis más querid@s, pueden ser también ingredientes de este tiempo. Como cada vez que cerramos una etapa les digo, estamos muy orgullos@s de nuestro trabajo y los objetivos que vamos alcanzando, y, sobre todo, de las personas que forman parte de nuestra querida ONG, ya que cada un@, desde el lugar que se encuentre dentro de Amadem, aporta, nutre, ilumina y engrandece, el camino que seguimos. ¡Nos vemos en septiembre!
Luisina Daives. Psicóloga de Amadem