El acoso escolar se define por cualquier tipo de maltrato psicológico, verbal o físico que se produce entre escolares de manera reiterada. Hay que diferenciar entre conflictos relacionales puntuales y el acoso escolar. Si bien hay profesionales que manifiestan, que para que podamos hablar de acoso escolar este tiene que manifestarse al menos durante seis meses, por otro lado, también están los que dicen que el acoso escolar depende no solo de la duración, sino también de la intensidad, por lo que hablar de tiempo, no es del todo correcto. Entonces si el maltrato se produce tres o más veces, SI es acoso escolar. El acoso escolar no es un juego entre escolares, es algo muy serio, que puede marcarla vida de esa persona para siempre, e incluso desencadenar en esa persona ideas de suicidio. Hay dos características que también se han tenido en cuenta en las teorizaciones: Intencionalidad y desequilibrio de poder, son circunstancias que se producen en la mayoría de los casos, pero no deben ser considerados como imprescindibles, puede que, si éstas no están presentes, también estemos ante un caso de acoso o bullying. El 90% del acoso escolar es psicológico: hostigamiento verbal, intimidaciones, amenazas, coacciones, exclusión social, bloqueo y estigmatización, son algunas de las vías a través de las cuales se manifiesta la agresión.
Si los daños físicos son heridas y hematomas de diversa gravedad, los daños psicológicos pueden ser estrés postraumático, depresión, somatización, ansiedad, ideación suicida, cambios en la personalidad, y disminución de la autoestima y del rendimiento escolar. El acoso escolar, puede desarrollar un trauma en las personas víctimas, el cual se instaura y genera todas las consecuencias que conlleva, y su trabajo es muy complejo, recurriendo siempre a la intervención profesional. Es un tema muy grave que requiere de nuestra atención, tanto si observamos que algún ser cercano puede estar sufriendo uno, o si sabemos que alguien ejerce este acoso sobre otra persona, por lo que, de una manera u otra, actuar es urgente e imprescindible. Con la presencia de internet en nuestras vidas, el ciberacoso se ha instaurado, amplificando el acoso escolar de manera exponencial. La víctima ya no solo es acosada en el horario escolar, sino las 24 horas del día. Es muy importante que las personas adultas demos ejemplo, en valores como el respeto, la igualdad, la justicia, para que desde los hogares se adquiera educación y se pueda actuar correctamente ante casos de acoso escolar.
Luisina Daives. Psicóloga de Amadem